Pensamiento Tibetano
Las prácticas preliminares.
En el budismo tibetano existen una serie de pasos preliminares para que los que buscan la iluminación puedan conseguirlo de una manera correcta. Hay dos modalidades de prácticas preliminares: las comunes y las especiales.
1 - Las cuatro prácticas preliminares ordinarias.
También se llaman "los cuatro pensamientos que cambian la mente". Se trata de llegar a una comprensión plena de lo que significan estas reflexiones y sirven como base para una actitud de renuncia y una práctica constante en el altruismo, son los siguientes:
a) La existencia humana es preciosa. Nuestra existencia es difícil de conseguir y fácil de perder. Hay ocho estados condicionados en los que no existe la posibilidad de tener libertad, ni oportunidades. El haber renacido como humanos es una gran suerte porque es muy difícil, disponemos de la libertad y de la oportunidad necesarias para desarrollarnos y seguir una actitud para conseguir la iluminación.
b) La impermanencia y la muerte. Tenemos que concienciarnos de la muerte, del cambio y de la impermanencia de todas las cosas. Todo cambia, nada permanece, nuestra vida es frágil, temporal y el momento de la muerte es incierto, no debemos perder el tiempo apegándonos a lo que sin duda perderemos, ya que nuestro tiempo de vida es dudoso. Esto nos permitirá acercarnos a la muerte con una actitud mejor.
c) El Karma y sus consecuencias. Existe una relación causal que vincula las acciones con sus consecuencias. Una acción virtuosa es causa de felicidad, una acción no virtuosa es causa de sufrimiento, debemos actuar de la forma más virtuosa para nosotros y para todos los demás.
d) Conciencia del sufrimiento de la existencia. Tenemos que concienciarnos de las limitaciones del samsara, el ciclo de los renacimientos condicionados. La esencia de nuestra existencia es el sufrimiento, sufrimos al nacer, al envejecer, al enfermar y al morir. Los que carecen de algo sufren por conseguirlo, los que tienen poco sufren porque quieren más, los que tienen suficiente sufren para conservarlo, y al final todos perdemos lo que tenemos.
Al llegar a una comprensión profunda y sincera de estos cuatro preliminares se está preparado para iniciar los siguientes.
2 - Los Cuatro preliminares extraordinarios.
También se conocen como "las cuatro Grandes Tareas", consisten en cuatro prácticas que hay que repetir un número determinado de veces.
1. La práctica de la toma de refugio. Para emprender la práctica espiritual necesitamos ayuda y lo primero es buscar refugio en las llamadas tres joyas, que son: el Buda, del dharma y el sangha, y en las tres raíces: el gurú, los yidam y las dakinis y protectores del dharma.
2. La práctica de la meditación de Dorje Sempa. Es una práctica de purificación.
3. La práctica del mandala. Es una práctica de acumulación de mérito.
4. Práctica del guru yoga y de devoción al gurú. Hay que precisar que para la práctica del Vajrayana es imprescindible tener un maestro cualificado, es importante que pertenezca a un linaje puro y que tenga auténticas cualidades como la compasión, que no dé importancia al éxito o al fracaso, al beneficio o a la pérdida, a las alabanzas o las críticas, al placer o al dolor, es decir que sea ecuánime, que tenga paciencia y que sea incansable en el trato con sus discípulos y en difundir el Dharma.
Habitualmente, se pueden tardar varios años en completar estos preliminares y se deben hacer supervisados por un maestro o en su defecto con alguien que tenga conocimientos suficientes sobre tema y que él mismo tenga completados los preliminares.
MANDALAS
Mandala significa círculo en sánscrito. Esta palabra es también conocida como rueda y totalidad. Más allá de su definición como palabra, desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente. También se le define como un sistema ideográfico contenedor de un espacio sagrado.
Los mandalas son utilizados desde tiempos remotos. Tienen su origen en la India y se propagaron en las culturas orientales, en las indígenas de América y en los aborígenes de Australia.
En la cultura occidental, fue Carl G. Jung, quien los utilizó en terapias con el objetivo de alcanzar la búsqueda de individualidad en los seres humanos. Jung solía interpretar sus sueños dibujando un mandala diariamente, en esta actividad descubrió la relación que éstos tenían con su centro y a partir de allí elaboró una teoría sobre la estructura de la psique humana.
Según Carl Jung, los mandalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente como el inconsciente. Afirmó que el arquetipo de estos dibujos se encuentra firmemente anclado en el subconsciente colectivo.
Los mandalas también son definidos como un diagrama cosmológico que puede ser utilizado para la meditación. Consiste en una serie de formas geométricas concéntricas organizadas en diversos niveles visuales. Las formas básicas más utilizadas son: círculos, triángulos, cuadrados y rectángulos.
Estas figuras pueden ser creadas en forma bidimensional o tridimensional. Por ejemplo, en la India hay un gran número de templos realizados en forma de mandalas. Los diseños son muy variados, pero mantienen características similares: un centro y puntos cardinales contenido en círculos y dispuestos con cierta simetría.
Según la Psicología de Jung, el mandala representa al ser humano. Interactuar con ellos te ayuda a curar la fragmentación psíquica y espiritual, a manifestar tu creatividad y a reconectarte con tu ser esencial. Es como comenzar un viaje hacia tu esencia, te abre puertas hasta ahora desconocidas y hace que brote tu sabiduría interior. Integrarlas a tu vida te dará centro y la sensación de calma en medio de las tormentas.
El trabajo de meditación con mandalas puede consistir en la observación o el dibujo de éstos.
La observación: con sólo sentarte en un lugar cómodo, lograr una respiración rítmica y profunda, y disponerte a observar algún mandala de tu elección, puede llevarte a un estado de relajación y te sentirás más alerta ante los hechos que suceden a tu alrededor. El proceso de observación puede durar entre tres y cinco minutos.
El dibujo: puedes dibujar mandalas o colorearlos. Se recomienda que si estás vinculándote con estas imágenes, comiences por pintarlas. Para ello, escoge un modelo que te inspire, selecciona los instrumentos (colores, marcadores, acuarelas, por ejemplo), y luego instálate en un sitio tranquilo. Puedes colocar música si lo deseas y comienza tu trabajo.
Hay técnicas variadas, todo dependerá del tu estado de ánimo y de lo que el mandala que desees pintar te transmita. Si crees que necesitas ayuda para exteriorizar tus emociones, puedes colorearlas de adentro hacia fuera; si por el contrario, quieres buscar tu centro, píntalas de afuera hacia adentro.
Est es un trabajo que puede hacer cualquier persona, sin importar su edad o religión. Es una práctica sencilla que redundará en beneficios personales y en la consecución del equilibrio interno.
Las formas y sus significados en los mandalas.
Los mandalas no son simples dibujos de colores. Todos los elementos que en ellos se integran tienen un significado. Conoce algunos de los más utilizados:
Círculo: movimiento. Lo absoluto. El verdadero yo.
Corazón: sol. Amor. Felicidad. Alegría. Sentimiento de unión.
Cruz: unión del cielo y la tierra. Vida y muerte. Lo consciente y lo inconsciente.
Cuadrado: procesos de la naturaleza. Estabilidad. Equilibrio.
Estrella: símbolo de lo espiritual. Libertad. Elevación.
Espiral: vitalidad. Energías curativas. Búsqueda constante de la totalidad.
Hexágono: unión de los contrarios.
aberinto: implica la búsqueda del propio centro.
Mariposa: auto-renovación del alma. Transformación y muerte.
Pentágono: silueta del cuerpo humano. Tierra, agua, fuego.
Rectángulo: estabilidad. Rendimiento del intelecto. La vida terrenal.
Triángulo: agua, inconsciente (hacia abajo); vitalidad, transformación (hacia arriba); agresión hacia uno mismo (hacia el centro)
¿Qué quieren decir los colores en los mandalas?
El uso de los colores en los mandalas también tiene un significado especial. Su uso está relacionado con el estado de ánimo de quien los pinta o dibuja. Descubre lo que esconde cada tonalidad:
Blanco: nada, pureza, iluminación, perfección.
Negro: muerte, limitación personal, misterio, renacimiento, ignorancia.
Gris: neutralidad, sabiduría, renovación.
Rojo: masculino, sensualidad, amor, arraigamiento, pasión.
Azul: tranquilidad, paz, felicidad, satisfacción, alegría.
Amarillo: sol, luz, jovialidad, simpatía, receptividad.
Naranja: energía, dinamismo, ambición, ternura, valor.
Rosa: aspectos femeninos e infantiles, dulzura, altruismo.
Morado: amor al prójimo, idealismo y sabiduría.
Verde: naturaleza, equilibrio, crecimiento, esperanza.
Violeta: música, magia, espiritualidad, transformación, inspiración.
Oro: sabiduría, claridad, lucidez, vitalidad.
Plata: capacidades extrasensoriales, emociones fluctuantes, bienestar.
Beneficios de dibujar o pintar mandalas
1) Comienzo de un trabajo de meditación activa.
2) Contacto con tu esencia.
3) Te expresarás mejor con el mundo exterior.
4) Ayuda a expandir tu conciencia.
5) Desarrollo de la paciencia.
6) Despertar de los sentidos. Es probable que comiences a ver lo que está a tu alrededor con otros ojos.
7) Empiezas a escuchar la voz de tu intuición.
8) Te aceptarás y te querrás más.
9) Te curarás física y psíquicamente.
La importancia de los mandadas tibetanos
Mándala o mandala (del sánscrito mándala, disco, círculo): En el hinduismo y en el budismo, dibujo complejo, generalmente circular, que representa las fuerzas que regulan el universo y que sirve como apoyo de la meditación, pero en ocasiones se traduce también como “círculo sagrado”. Existen varios tipos de mandalas empleados para diferentes cuestiones:
Por un lado, están los mandalas elaborados o visualizados “como una tierra pura de Buda”, los cuales se ofrecen a los seres iluminados y a los maestros espirituales con la intención de acumular méritos. Otro tipo de mandalas son los que se utilizan durante una iniciación tántrica, en donde el mandala representa la residencia del Buda relacionado con dicha iniciación y el maestro introduce al discípulo en el significado del mandala como parte del ritual.
Los mandalas pueden ser visualizados, pintados sobre papel o tela, o hechos con arena de colores. Los mandalas de arena, a su vez, pueden elaborarse a petición de la comunidad con la intención de pacificar desastres naturales, traer paz y armonía a un lugar determinado y sus habitantes, como una bendición durante un retiro de meditación, o para consagrar medicinas en el caso de un mandala relacionado con el Buda de la medicina.
En general, todos los mandalas tienen significados externos, internos y secretos. En el aspecto exterior representan el mundo en su forma divina, en el interior, un mapa mediante el cual la mente ordinaria puede transformarse en la experiencia de la iluminación, y en el aspecto secreto muestran el perfecto balance primordial de las energías sutiles del cuerpo y la dimensión de la clara luz de la mente. Se dice que la creación de un mandala de arena purifica en estos tres niveles.
En la construcción de un mandala de arena, se emplea un instrumento de cobre en forma de cono con rugosidades en su parte externa, llamado changbu, y con una barra se frota suavemente, de tal manera que la arena va saliendo poco a poco por el pequeño orificio que está al final del cono gracias a la vibración.
Cuando termina la ceremonia de construcción se destruye, y esto es importante por dos motivos principales: primero para mostrar la impermanencia de todas las cosas, tarde o temprano todo se termina y el apegarnos a lo efímero sólo genera sufrimiento, y en segundo lugar porque tiene que ver con el ideal de querer beneficiar a los demás con nuestros actos y por esa razón se reparte la arena entre quienes presencian la ceremonia, como una especie de bendición personal, mientras que otra parte de la arena se tira en un río, para beneficiar a todo el mundo.
Conceptos
Budismo Tibetano, budismo Tántrico o Vajrayana: corriente budista extendida por el Tibet, norte de la India, China, Japón y Mongolia. Surge a partir del Mahayana,
Dharma: Tiene varios significados. Uno de ellos es el que designa el conjunto de las enseñanzas budistas, el conjunto de todas las escrituras budistas, que consisten en el Kangyur y el Tengyur. El Kangyur contiene 108 volúmenes que recogen todas las enseñanzas dadas por Buda, las cuales se dividen en los "tres cestos" o tripitaka: Vinaya o enseñanzas sobre la disciplina monástica y la moralidad; Abidharma, que reúne los textos psicológicos y metafísicos, y sutras, que contienen los sermones de Buda sobre diversos temas. Los Tantras, que tratan de los sistemas de meditación propios del Vajrayana, constituyen una parte importante del Kangyur, y, desde otro punto de vista, pueden ser considerados como el tercer cesto del tripitaka, constituyendo los sutras y el Abidharma el segundo cesto. El Tengyur consiste en 225 volúmenes de tratados (shastras) escritos por autores posteriores a Buda, en los que se expanden, se resumen o se comentan los diversos temas contenidos en el Kangyur. En sentido interno, el Dharma es la aplicación práctica de las enseñanzas y los diversos grados de realización adquirida.
Karma: (acción). Es la ley que gobierna todo lo que ocurre en la existencia y según la cual el estado presente es resultado de acciones anteriores, mientras que las acciones realizadas en el presente condicionan el estado de existencia futuro. Esta ley de causa y efecto gobierna con absoluta precisión el devenir de todas las cosas y de los seres. Las acciones virtuosas conducen a estados afortunados, pero las acciones que son virtuosas conducen al sufrimiento
Mandala: En las prácticas del Vajrayana los mandalas son representaciones simbólicas y pueden ser mentales y materiales. Sirven para la visualización en las meditaciones y suelen tener formas de palacios en los que puede haber representaciones de gurus
Mahamudra El nivel más elevado es la práctica de la meditación Mahamudra (o del Dzogchen, dependiendo de la escuela), consideradas las enseñanzas más sutiles y profundas del budismo. En el caso del Mahamudra, una vez terminados los preliminares se inician las prácticas de la meditación, o de los Tantras, que consisten en mantras y visualizaciones, usando como base a una deidad. Las deidades tibetanas no son seres transcendentes que viven en los reinos de los dioses, sino que son aspectos de la mente y simbolizan la compasión, la sabiduría, el poder de la acción y los demás aspectos de la mente, hay una gran cantidad de deidades, algunas pacíficas, otras airadas, pero todas son aspectos de la naturaleza de Buda. Al realizarla la meditación, el practicante Vajrayana desarrolla esa cualidad concreta, hasta el punto de llegar a su máxima comprensión y encontrar allí la verdadera naturaleza de su mente.
Mantra: Son palabras que ayudan en la meditación, un proceso mental de concentración. Son una combinación de sonidos con significados y efectos espirituales, que se aprovecha de las vibraciones que producen los sonidos para inducir un estado de conciencia particular.
Mudra. Gestos y posiciones que simbolizan atributos espirituales específicos relativos a la perfección.
Ngondro: prácticas preliminares del budismo Vajrayana, que preparan al practicante para comprender las prácticas principales o esenciales que lo llevarán a la liberación. Para el Dzogchen, estas prácticas son en sí mismas suficientes para descubrir la verdadera naturaleza.